Autores:
José Ma. Alonso Aguerrebere y Claudia Martínez-Parente Ricaud.
Por: Gabriel Castillo-Herrera.
Libro publicado por De la Salle Ediciones (México), en el marco de los festejos del centenario de la Revolución Mexicana, en el cual los autores se encargan de dar a la luz la figura de un personaje poco conocido –o poco mencionado por los historiadores- y que sin embargo alcanzaría la misma estatura que Don Belisario Domínguez por ser de los contadísimos diputados que se opusieron a dar cauce a la renuncia –forzada por el felón Victoriano Huerta- del presidente Madero.
Más allá del hecho mencionado había que clarificar que Don Leopoldo Hurtado perteneció a un sector empresarial –del ramo textil- que ya no comulgaba con el viejo régimen porfirista que privilegiaba a los terratenientes afincados en el pasado y a los voraces industriales extranjeros que con sus divisas y guardias blancas compraban autoridades y sometían a los trabajadores. El señor Leopoldo Hurtado era ya un empresario capitalista –fourierista- de aquellos que en la vieja Europa forjaron un socialismo sui generis –uno que difería de la forma de explotación del capitalismo salvaje- al que Karl Marx denominó “socialismo utópico”. Desde ahí, se comprenderá el porqué este tipo de empresariado no guardaba afinidad con el régimen porfirista empeñado en mantener un tipo de explotación feudal de las masas trabajadoras del campo y otro propio del capitalismo rapaz que se manifestaba en las minas y las ciudades.
El libro consta de dos partes. Veamos:
La primera es una síntesis de la historia de nuestro país que resume los hechos desde el siglo XVIII al XX. Un panorama general que de suyo bastaría para situar el texto como de gran valía, pues el recuento es tan preciso como conciso. Comentarios brevísimos tan sólo para dar acento en la objetividad.
La segunda parte es resultado de una ardua investigación de las raíces genealógicas de ambos autores –a la sazón, bisnietos del personaje y de su compañera: doña Dolores Olín de Hurtado-, para lo cual se allegaron libros, documentos y testimonios para armar la biografía del matrimonio Hurtado Olín que resulta ser una deliciosa narración cuasi novelada, de no ser porque es totalmente verídica. Don Leopoldo fue hijo de liberales y doña Dolores de un militar francés (aunque también se especula que fue decorador de la corte) que llegó a México con Maximiliano de Habsburgo. Él nacido en provincia (Purépero, Mich.), ella en la Ciudad de México. Pues bien, en esta segunda parte se abunda en detalles de sus vidas, personajes notables de su época, descendencia (entre la que se encuentra Emma Hurtado, última esposa del eximio muralista mexicano Diego Rivera), y obra, de la cual existen testigos mudos –construcciones- en la Delegación de Tlalpan, D. F.
Sin embargo, he de insistir en recalcar la importancia de los personajes en tanto actores sociales (él como socialista fourierista) y políticos (ambos) en un periodo de la historia de nuestro país en el álgido periodo revolucionario; su contribución a la causa (a saber, la lucha contra Victoriano Huerta), misma que los liga con varios jefes revolucionarios, entre ellos, Felipe Ángeles, con quien se encontraron en el exilio.
En fin: hay que leer el libro, que no es uno más de los que aparecieron editados este año aprovechando la coyuntura del Centenario de la Revolución, sino una obra que vale para cualquier época.
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